Buena Semana!!!
Un vicio universal: Envidia...
" Más pertinaz que el odio, más intensa que los celos y antigua como el hombre"...
La envidia y el dolor físico se procesan en la misma zona del cerebro |
En la práctica
de la Psicología es imposible analizar alguna conducta humana en la
pureza de la propia disciplina, por ello es cada vez más común
encontrar estudios en donde se traslapan diversas especialidades, es el caso de la envidia, donde hay interacción de sistemas.
Justo esta
interacción hace que para algunos autores, la envida sea una
emoción, para otros un sentimiento, una conducta, un rasgo de personalidad o
incluso una serie de desequilibrios de mensajeros químicos: serotonina, norepinefrina, cortisol, dopamina y
más.
La envidia es una emoción que se puede evitar concentrándose en uno
mismo y en los propios objetivos. Es un sentimiento muy destructivo porque
paraliza el desarrollo personal, tratando de perseguir los propósitos de los
demás y mantiene a la persona amargada, agresiva y desesperanzada.
Tanto los hombres como las mujeres pueden ser envidiosos; tal vez las
mujeres lo expresen más que los hombres, pero ellos suelen mantener ese
sentimiento mejor guardado.
Para saber si uno es o no envidioso tenemos que preguntarnos: ¿nos
molesta el éxito que tienen los demás?, ¿somos incapaces de reconocer los
aciertos que tienen otros?, ¿nos incomodan los halagos que le hacen a otros? o
si le prestan más atención o afecto?, ¿nos damos cuenta de que queremos ser el
centro de la atención?, ¿criticamos a personas que no conocemos
bien?, ¿nos alegramos cuando un exitoso fracasa?, ¿siempre pretendemos un
trato diferencial?, ¿creemos que los demás no nos valoran lo suficiente.
La envidia siempre es una emoción negativa, lo verdaderamente sano es
identificarse con la actitud que tienen los que logran sus objetivos e imitar
su tenacidad, disciplina y dedicación al trabajo.
Porque los que logran lo que
se proponen están dispuestos a hacer lo necesario, confían en sí mismos y creen
en sus propios proyectos.
¿La química de la envidia?
Cada estímulo
externo activa en nuestro cuerpo toda una serie de mensajeros químicos los
cuales cambian el equilibrio interno de nuestro ser, ello impacta a
los cinco trillones de células que forman nuestro organismo.
Cuando
experimentamos envidia nuestro cuerpo genera: resentimiento, rabia, rencor, represión de pensamientos y resistencias a cambiar
nuestros paradigmas, con ello en el torrente sanguíneo circula una hormona
corrosiva, conocida como Cortisol, la hormona del estrés. Para equilibrar
nuestros pensamientos necesitamos generar oxitocina y serotonina, y
ello lo podemos lograr de forma natural teniendo: relajación, descanso,
sonriendo, disfrutando del sexo, tomando un masaje, tomando sol, conviviendo
con las personas queridas.
Hoy día
conocemos los centros en donde se producen las emociones (amígdala cerebral) y la oxitocina (hipotálamo e hipófisis), tener mayor producción de esta última hormona, tiene efecto analgésico que mitiga
el dolor físico y emocional, reduce la tensión arterial, la tensión
muscular, la sensación de ansiedad y con ello reduce el apetito asociado
al estrés y mejora la cicatrización de las heridas entre otros beneficios.
"El deseo bueno, es el genuino, no hace daño a nadie, ayuda a la evolución de la conciencia, contribuye a que cada uno pueda cumplir exhaustivamente la misión que ha venido a cumplir, es decir desarrollarnos y entregar libremente nuestro talento personal..."