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lunes, 17 de septiembre de 2018



Buena Semana!!! 





Un vicio universal: Envidia...




" Más pertinaz que el odio, más intensa que los celos y antigua como el hombre"...
La envidia y el dolor físico se procesan en la misma zona del cerebro

En la práctica de la Psicología  es imposible analizar alguna conducta humana en la pureza de la propia disciplina, por ello es cada vez más común encontrar estudios en donde se traslapan diversas especialidades, es el caso de la envidia, donde hay interacción de sistemas.
Justo esta interacción  hace que para algunos autores, la envida sea una emoción, para otros un sentimiento, una conducta, un rasgo de personalidad o incluso una serie de desequilibrios de mensajeros químicos: serotonina, norepinefrina, cortisol, dopamina y más.
La envidia es una emoción que se puede evitar concentrándose en uno mismo y en los propios objetivos. Es un sentimiento muy destructivo porque paraliza el desarrollo personal, tratando de perseguir los propósitos de los demás y mantiene a la persona amargada, agresiva y desesperanzada.

Tanto los hombres como las mujeres pueden ser envidiosos; tal vez las mujeres lo expresen más que los hombres, pero ellos suelen mantener ese sentimiento mejor guardado.

Para saber si uno es o no envidioso tenemos que preguntarnos: ¿nos molesta el éxito que tienen los demás?, ¿somos incapaces de reconocer los aciertos que tienen otros?, ¿nos incomodan los halagos que le hacen a otros? o si le prestan más atención o afecto?, ¿nos damos cuenta de que queremos ser el centro de la atención?, ¿criticamos a personas que no conocemos bien?, ¿nos alegramos cuando un exitoso fracasa?, ¿siempre pretendemos un trato diferencial?, ¿creemos que los demás no nos valoran lo suficiente.

La envidia siempre es una emoción negativa, lo verdaderamente sano es identificarse con la actitud que tienen los que logran sus objetivos e imitar su tenacidad, disciplina y dedicación al trabajo. 
Porque los que logran lo que se proponen están dispuestos a hacer lo necesario, confían en sí mismos y creen en sus propios proyectos.

¿La química de la envidia?
Cada estímulo externo activa en nuestro cuerpo toda una serie de mensajeros químicos los cuales cambian el equilibrio interno de nuestro ser, ello impacta a los cinco trillones de células que forman nuestro organismo.
Cuando experimentamos envidia nuestro cuerpo genera: resentimiento, rabia, rencor, represión de pensamientos y resistencias a cambiar nuestros paradigmas, con ello en el torrente sanguíneo circula una hormona corrosiva, conocida como Cortisol, la hormona del estrés. Para equilibrar nuestros pensamientos necesitamos generar oxitocina y serotonina, y ello lo podemos lograr de forma natural teniendo: relajación, descanso, sonriendo, disfrutando del sexo, tomando un masaje, tomando sol, conviviendo con las personas queridas.

Hoy día conocemos los centros en donde se producen las emociones (amígdala cerebral) y la  oxitocina (hipotálamo e hipófisis), tener mayor producción de esta última hormona, tiene efecto analgésico que mitiga el dolor físico y emocional, reduce la tensión arterial, la tensión muscular, la sensación de ansiedad y con ello reduce el apetito asociado al estrés y mejora la cicatrización de las heridas entre otros beneficios.


















"El deseo bueno, es el genuino, no hace daño a nadie, ayuda a la evolución de la conciencia, contribuye a que cada uno pueda cumplir exhaustivamente la misión que ha venido a cumplir, es decir desarrollarnos y entregar libremente nuestro talento personal..."


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